Accidentes de Tráfico

Tras un accidente de tráfico, habrá que actuar desde un primer momento para garantizar la futura reparación del daño sufrido. Así, habrá que:

1. Cumplimentar la declaración amistosa correctamente, reconociendo la culpa del responsable y firmándola ambos conductores.
2. En caso de que haya discrepancia, llamar a la Policía Local o a la Guardia Civil para que confeccione el correspondiente atestado.
3. Acudir a urgencias dentro de las 72 horas siguientes al accidente.
4. Dar parte a tu seguro dentro de los 7 días siguientes.
5. Acudir a un abogado especialista para recibir asesoramiento médico y coordinar la rehabilitación, que será gratuita si se acude al centro colaborador dentro de los 15 días posteriores al accidente.
6. No aceptar la indemnización ofrecida por el seguro sin antes haberla consultado con un abogado especialista.

No hay obligación legal de firmar la declaración amistosa de accidente, sino que cada implicado deberá, atendiendo a las circunstancias, adoptar la mejor decisión al respecto. En este sentido, y como consejo legal, nunca debe firmarse una declaración amistosa con la que no se esté de acuerdo.

Y a la inversa, resulta muy recomendable que ambos conductores firmen el parte de accidente. Ello deriva de que, una vez firmado por ambos conductores, la declaración amistosa será prueba de lo que ocurrió y cómo ocurrió, quedando definidas por los conductores implicados las circunstancias que rodearon el accidente. En este sentido, es necesario leer bien y rellenar el parte amistoso sin prisas, cumplimentando la mayor cantidad de campos posibles.

El plazo para reclamar el daño sufrido en el accidente es de un año. Una vez transcurrido el plazo sin haber ejercitado sus derechos, el lesionado pierde la posibilidad de ser indemnizado. Es importante indicar que el plazo del año empieza a contar desde el momento en que se estabilizó el daño sufrido, y no el momento del siniestro, dado que, con anterioridad, es imposible valorar y cuantificar el daño.

En primer lugar, habrá que recabar toda la información posible sobre los implicados y circunstancias del accidente (vehículos, conductores, aseguradoras, responsabilidad, testigos…).

Con dicha información, se reclamarán a la aseguradora del vehículo responsable los daños (tanto personales como materiales) sufridos por el accidente. En este punto, es necesario acudir a un abogado especialista, ya que el perjudicado se encuentra en una situación de desequilibrio frente a la aseguradora, lo que significa que, en la mayoría de casos, si reclama por su cuenta, obtendrá una indemnización menor que no reparará el daño sufrido.

Para reclamar el daño sufrido en un accidente de tráfico, debemos acreditar al seguro tanto la responsabilidad de su vehículo como el alcance del daño. Para ello es necesaria la siguiente documentación:

1. Parte amistoso de accidente o atestado.
2. Informes médicos de urgencias.
3. Documentación médica derivada del tratamiento (informes, pruebas complementarias, certificado de rehabilitación, baja laboral…).
4. Documentación que acredite los daños materiales (facturas, presupuestos, fotografías, tickets…).

Además de ello, dependiendo del daño concreto que se reclame o las especiales circunstancias del accidente, pueden ser necesarios documentos adicionales muy distintos: desde declaraciones impositivas hasta certificados de empadronamiento, resultados de pruebas complementarias o vida laboral del reclamante.

La duración del proceso de reclamación por accidente de tráfico dependerá de los siguientes factores:

1. Periodo de curación: Lo primero que debemos tener claro es que no se puede cuantificar la reclamación hasta que el daño no está estabilizado. Por tanto, habrá que esperar a que finalice el tratamiento médico para iniciar el proceso de reclamación formal. Ello no quiere decir que no puedan obtenerse pagos a cuenta durante el transcurso del tratamiento.
2. Reclamación previa a la aseguradora: Desde 2016, es necesario reclamar a la aseguradora extrajudicialmente antes de acudir a la vía judicial. En principio, el plazo legal establecido para que el seguro responda la reclamación es de 3 meses, aunque puede hacerlo antes. En el momento en que se obtiene esa respuesta, se inicia un periodo de negociación que no suele durar más de 1 o 2 meses, en los que se intenta llegar a un acuerdo que garantice la máxima indemnización por las lesiones sufridas sin tener que acudir a la vía judicial.
3. Reclamación judicial: Si no es posible llegar a un acuerdo, se interpone demanda para acceder a la vía judicial. Una vez en sede judicial, habrá que distinguir en función del proceso en que nos encontremos. Si la indemnización reclamada no excede de los 6.000 euros, será un Juicio Verbal, cuya duración puede ir de los 6 meses al año. Si la indemnización supera los 6.000 euros, iremos al Procedimiento Ordinario, cuya duración suele oscilar entre 1 o 2 años.

En todo caso, la duración de la reclamación por accidente de tráfico no es algo fijo, máxime cuando nos encontramos en vía judicial. En función del Juzgado, los plazos indicados podrán variar. Igualmente, durante el proceso judicial es posible llegar a un acuerdo que ponga fin al litigio.

Todas las pólizas de seguro obligatorio del automóvil tienen cubierta la asistencia jurídica. Ello significa que el asegurado podrá designar libremente profesionales de su confianza para la reclamación de la indemnización por accidente de tráfico, con cargo a la póliza contratada.

En virtud de la cobertura de defensa jurídica, el asegurador debe reembolsar al asegurado el gasto en que haya incurrido por los honorarios de los profesionales que hayan intervenido en la tramitación del asunto, hasta el límite contratado en la póliza.

Habitualmente, el seguro pondrá a disposición del accidentado sus servicios jurídicos. No obstante, no hay que olvidar que dependen directamente de las decisiones de la aseguradora, lo que implica que difícilmente podrán hacerse cargo de un asunto en contra de las directrices de éstas.

En cambio, legalmente, las aseguradoras no pueden someter a un abogado particular a sus directrices, lo que implica que los intereses del lesionado estén por encima de todo. Es esencial contar con un abogado especialista en accidentes de tráfico pues, además de defender sus intereses de forma enérgica, el cliente podrá beneficiarse de las siguientes ventajas:

1. Asesoramiento legal integral a coste cero, con cargo a la indemnización que se obtenga.
   Red de colaboradores (peritos, procuradores, rehabilitadores…).
2. Tratamiento médico y rehabilitador gratuito en clínicas privadas, con cargo a las entidades de seguro.
3. Seguimiento periódico de la reclamación.
4. Valoración del daño y cuantificación de la reclamación.
5. Reclamación vía extrajudicial y judicial hasta percepción de la indemnización.
6. Reintegro de gastos de defensa jurídica, haciéndole llegar a la aseguradora la documentación necesaria para su abono.

Quiero reclamar